Antes del entrenamiento es aconsejable privilegiar una alimentación rica en carbohidratos. Por su contenido en carbohidratos y su bajo aporte calórico, la manzana Ambrosia es el alimento ideal para consumir antes de realizar un esfuerzo físico. Los carbohidratos presentes en la manzana permiten además proporcionar a los músculos toda la energía que necesitan para trabajar. Por otro lado, la manzana es un snack poco calórico, por lo que es ideal para consumir antes o después del entrenamiento en caso de querer tener una dieta controlada.
¡Hidratate!
Una mala hidratación puede disminuir el rendimiento y ocasionar síntomas físicos como rampas, migrañas y/o mareos. Por estas razones es importante mantener una buena hidratación antes, durante y después del entrenamiento. En pocas palabras, ¡todo el día! Una buena hidratación permitirá una buena circulación sanguínea. Te aconsejamos no esperar a tener sed para beber. Tener sed ya es un signo de deshidratación.
7 alimentos a evitar antes del entrenamiento
- Alimentos ricos en grasas como bollerías, patatas fritas, etc… cuya digestión es más lenta. Por otro lado, bajan la energía.
- Alimentos ricos en proteínas como barras proteicas. Al igual que los alimentos ricos en grasas, la digestión de los alimentos ricos en proteínas es más lenta.
- Alimentos ricos en fibra como las judías rojas, semillas de chía, brócoli, etc. Estimulan el tránsito intestinal y pueden provocar diarrea.
- Alimentos especiados. Son difíciles de digerir antes del esfuerzo.
- Alimentos gasógenos como el hummus, las legumbres. Aportan una sensación de hinchazón.
- Alimentos salados como la charcutería, quesos salados o comidas congeladas. Aportan un efecto de deshidratación.
- Bebidas energéticas. Aumentan el riesgo de deshidratación, aportan cansancio y alteran la coordinación de los movimientos.
Alimentos a favorecer después del entrenamiento
Una vez el entrenamiento acabado, es aconsejable consumir un alimento que incluye carbohidratos y proteínas como una bebida vegetal, un yogur líquido o queso. Para una recuperación óptima, se recomienda comer un snack en los 30 minutos siguientes al final del entrenamiento. De esta forma, te llenarás de energía, favoreciendo la reparación de los tejidos musculares y volverás a hidratarte.
