Todo el mundo sabe que el desayuno es la comida más importante del día, sin embargo muchos no le prestan la atención suficiente y otros muchos se lo saltan porque prefieren dormir o porque siempre llegan tarde.
Nunca deberíamos dejarlo pasar, hay que levantarse con hambre de desayunar y con ganas de prepararlo. Estas son las claves para que tu desayuno sea perfecto y saludable:
- Tiene que ser variado y agradable de tomar, tanto por la vista como por el sabor. Ir cambiando los componentes de esta comida hará que sea más atractivo y tengas ganas de comerlo.
- Tiene que cubrir la cuarta parte de las calorías que tenemos que tomar en el día. Es decir el 20-25% de ellas debemos tomarlas en el desayuno. Un café no basta. Un zumo tampoco. Tenemos que apostar por una comida que nos aporte alrededor de 500kcal.
- No hay que hacerlo de manera rápida. Tenemos que tomarnos nuestro tiempo, al menos 15 minutos, y es conveniente que lo hagamos sentados, tranquilos y si es en compañía mejor.
- El desayuno tiene que contar con al menos con:
- Un alimento del grupo de los cereales (pan, bizcochos, galletas…)
- 1 alimento del grupo de los lácteos (leche, yogur, queso…)
- 1 alimento del grupo de las frutas frescas y enteras o en zumo (manzana de calidad, naranja…)
- También podemos añadir los siguientes elementos:
- grasas (aceite, frutos secos, mantequilla…)
- carnes, perscados o huevo (fiambre, atún, tortilla…)
- verduras y hortalizas (tomate, lechuga, cebolla…)
- azúcares (mermelada, miel…)
Si resulta imposible cumplir la recomendación de los grupos de alimentos, el almuerzo resulta un buen recurso para complementar aquellos alimentos que no hayamos tomado en desayuno.